☕️ Ser opositor y no morir en el intento – ¡No te olvides de vivir!
Ser opositor es al mismo tiempo vivir sufriendo y soñando. No sé cómo has llegado a leer estas líneas. Puede que estuvieras harto de leyes y de callejones sin salida y te has entretenido navegando por internet, (algo relacionado con las oposiciones, no me vaya a sentir culpable por descansar unos minutos de tanto tema insufrible, supuestos imposibles o leyes más largas que el mismisimo Quijote).
Puede que haya sido casualidad o puede que intencionado, pero ahora mismo estás leyendo estas lineas. Pues, querido opositor, estás de suerte. Dentro de dos minutos te sentirás muchísimo mejor, sin culpabilidad y con las pilas recargadas.
Ser opositor… una forma de vida
Ser opositor es duro, es un estado mental y llega a convertirse en un modo de vida mientras que dura lo que dura el proceso. Llega a convertirse en una obsesión que te quita el hambre, las ganas de salir y te llena de culpas. Y eso, amigo opositor, hay que evitarlo simplemente con pequeños placeres y homenajes puntuales.
Ser opositor – ¿Qué es lo que me apetece ahora mismo?
Dar respuesta a esta pregunta es darte la solución a todos tus males…
Una onza de chocolate o una tableta entera.
Darle un buen abrazo a mis hijos (que no he visto en todo el día).
Pizza, manta y sofá con extra de esa serie que abandoné hace meses.
Ir al gimnasio a liberar tensiones sin pensar en el tiempo que estoy fuera.
Coger el teléfono y… ¿Una caña?.
Jugar con mi perrita que ha estado a mi lado todas esas horas de estudio.
Una buena cena-homenaje y, ¿por qué no?… ¡con vino!
Podría seguir horas nombrando pequeños placeres que, lejos de alejarte del éxito, te acercan más. Te llenan de energía, te dan ilusión y más ganas de seguir luchando. Y eso, querido opositor, es lo que necesitamos.
Ahora, deja el ordenador-móvil-tablet y pregúntate: ¿Qué me apetece ahora mismo?